Agencia MANL Nezahualcóyotl, Méx.-Las recientes inundaciones en varias colonias de Nezahualcóyotl, pone al descubierto la negligencia de las autoridades quienes no se han preocupado por realizar la inversión necesaria para cambiar la red de drenaje que data de hace muchos años, sumado a que los cárcamos existentes sufren una reducción de un 25 por ciento en su operación para desalojar las aguas.
Así lo señaló en entrevista el dirigente estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD) Juan Hugo de la Rosa, al referirse a la reciente lluvia que se abatió en el mencionado municipio, que dejó un saldo de más de mil 500 familias afectadas, y que de acuerdo a las autoridades, se debió a una falla eléctrica en un cárcamo que impidió el desalojo de aguas negras y pluviales.
Las lluvias que se registraron la noche del miércoles y primeras horas del jueves, provocaron afectaciones en decenas de viviendas de Nezahualcóyotl, en algunos puntos el nivel del agua alcanzó hasta un metro de altura.
El dirigente estatal Juan Hugo de la Rosa explicó que desde 2009, se inició la construcción de un colector sobre avenida Tepozanes, de un diámetro de 1.83 cm., destinado a resolver la problemática de las colonias Reforma, Loma Bonita y las Águilas. Ese proyecto abarca hasta la avenida Texcoco, pero está inconcluso.
A ello hay que sumarle que no se ha hecho la inversión de aproximadamente 200 millones de pesos, lo que significa que al no haber preocupación de las autoridades, entonces hay negligencia de parte de ella.
No basta con ir después de las inundaciones para ofrecer limpieza de calles y de cisternas, el apoyo debe ir más allá, pero sobre todo, llevar a cabo acciones preventivas, agregó Juan Hugo de la Rosa.
Estamos a tiempo de prevenir una desgracia de magnitudes considerables, estas inundaciones son una alerta para las autoridades y ojalá tomen cartas en el asunto.
Los cárcamos deben desalojar ocho metros cúbicos por segundo, pero sólo desalojan seis metros cúbicos por segundo, es decir, están trabajando a un 75 por ciento de su capacidad. Significa que si cae una lluvia de dimensiones considerables o las llamadas atípicas, se corre el riesgo de inundaciones más graves que las que se han padecido, finalizó Juan Hugo de la Rosa.
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